Allí hemos paseado
por sus callejas del barrio de San Gregorio Armeno repletas de tiendas
dedicadas a los “presepi” en cualquier época del año.
Gracias al amigo Fabio Paolella, del Laboratorio La Smorfia por su gentileza y atenciones.
Comienza ahora el
próximo reto, la construcción de un templo barroco para la Natividad napolitana que
nos hemos traído en la maleta.